El flamante director de la radio de la Universidad Nacional
de Avellaneda hizo un repaso sobre su vida profesional: desde sus primeras
pisadas en el mundo radial, atravesando por su militancia y su vida personal,
hasta su presente en la UNDAV.
Por Betiana Tetti
El
platense de 57 años, Mario Giorgi, hace memoria y cuenta sus comienzos en los
medios de difusión. Es consciente de que su incipiente amor a la locución pudo
más que todo, hasta abandonar la carrera de Medicina que había comenzado en la
ciudad de La Plata. Es un declarado hincha fanático de Gimnasia y Esgrima de La
Plata. Su funda del celular con la camiseta del equipo de sus amores no lo deja
mentir. Además, cuenta con orgullo: “soy peronista de hace muchos años,
militante veterano de la Juventud Universitaria Peronista de los ’70”.
Levantando
su ceja izquierda y quejándose del frío intenso, que azota la ciudad de
Avellaneda, Mario Giorgi toma su café con leche mientras atentamente revisa su
Blackberry en búsqueda de algún mensaje o llamada pendiente. A pesar del constante
ruido del ambiente producido por el aire de la radio de la Universidad, el
recreo de los alumnos y la gente que lo saludaba sin parar, nada impidió que la
entrevista se desarrollara con fluidez: el apasionado del tango mantenía su
hilo conductor muy en claro.
¿Cómo le
empezó a interesar el periodismo? – Por curiosidad empecé a
investigar y entré a la radio inesperadamente en 1972, ayudando al equipo
deportivo, atendiendo el teléfono. Al mismo tiempo, había mucha militancia
política y muchos riesgos. Se jugaba más la vida un militante que lo que pasa
ahora felizmente. Entonces, la radio era un refugio para poder empezar a
aprender el oficio. Me inscribo en el ISER, estudié Locución y tuve a maestros
como Juan Alberto Badía y termino en medio del golpe de Estado. Me fui a vivir
a Mendoza en el año ’78 buscando un exilio interior. Todo ese período lo tomo
como una gran tarea de aprendizaje. Conduje mi primer programa a los 18 años en
Radio Provincia, lo que constituyó para mí una rareza, lo miro a la distancia y
no puedo entender cómo las autoridades de la radio le dieron un programa a un
tipo de 18 años que no tenía mucha formación. A pesar de las presiones que
había por la interna política, yo me sentí muy cómodo porque además me dieron
un horario central.
Con
nostalgia, Mario reconoce que “está orgulloso porque el aire fue una gran
escuela para mí”. Se confiesa un enamorado de la locución más que del
periodismo, aunque por el oficio, cuenta Giorgi, inevitablemente se roza con el
periodismo.
Más
madrugador que un gallo, el entusiasta Mario Giorgi amanece a las 2.30 am para
empezar su día laboral en su programa diario en Radio Del Plata “Llega el día”
y el resto de su tiempo se reconoce todo un nómade: “no tengo oficina, soy un
tipo de mucho movimiento”. El coordinador del Consejo Municipal de Medios
Audiovisuales compara a la radio de la UNDAV con un maxikiosco ya que es “un
negocio que tengo que cuidar las 24 horas” y bromea “también hago reportajes
para estudiantes”. Agrega: “Yo creo que si esto se hace con entusiasmo y uno se
divierte con lo que hace, pueden pasar muchos años que uno está contento, no es
lo mismo que hacer un trabajo que no te guste”.
Habla de
su recorrida laboral y nombra a grandes periodistas y locutores con los que
trabajó como Antonio Carrizo, Héctor Larrea, Cecilia Laratro, Pedro Dizán,
Santo Biasatti, Magdalena Ruiz Guiñazú, entre otros. Recuerda, todavía con
asombro y con orgullo, su paso por la Dirección de Radio Nacional. “Creo que no
hay otra forma de hacer esto si no es con gusto y con pasión”, declara el
periodista y locutor.
Mario
considera que “militar es también hacer lo que estamos haciendo con la radio de
la UNDAV, es transferir conocimientos a los alumnos, habilitar una casa nueva,
una radio”. Con respecto al Rector de la Universidad Nacional de Avellaneda,
Jorge Calzoni, y al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, Giorgi mantiene
con ellos una relación cercana de amistad y respeto de hace más de 20 años.
Cuenta que Ferraresi estuvo de invitado en una charla que dio sobre la Ley de
Medios, y por la confianza mutua unos meses después crean en conjunto el
Consejo Municipal de Medios Audiovisuales que tiene una radio móvil que, entre
otras cosas, produce experiencias radiales en las escuelas, y también relata
que tiene un aire audiovisual con el cual están
filmando paisajes y personajes de Avellaneda. “Vimos hacer realidad el
sueño de la Universidad que constituye un sueño que teníamos muchos de nosotros
ya en la gestión de Cacho Álvarez hace más de 20 años”, recuerda con anhelo.
Naturalmente,
Mario Giorgi no se encuentra sorprendido de haber sido convocado para dirigir
la radio de la Universidad, pero eso no le quita su característica humildad.
“No quiere decir que no me sienta honrado, hemos hecho un esfuerzo en conjunto muy
grande para tener la radio y va a seguir creciendo cada vez más. Pero la radio
es mi medio de vida”. Siempre atento a su entorno, Giorgi observa: “Estamos
hablando acá y en este momento está en el aire el programa del Centro de
Estudiantes de la Universidad en la radio, es decir, se abre el juego a todos
los componentes de la universidad. Creo que ese es el objetivo de la radio de
la universidad sin perder el protagonismo de radio pública con la comunidad de
Avellaneda”.
¿Tiene
alguna anécdota en particular que recuerde a lo largo de sus 41 años de
profesión? - En el año ’86
descubrí lo que significa Clarín, su poder hegemónico y económico, su
construcción de una realidad virtual. Cuando trabajaba en Radio Mitre no se
admitía la actividad gremial y la representación sindical, entre otras
restricciones. Una de las más grandes satisfacciones como anécdota que cuento
es saber que ahora todo el mundo lo sabe, yo que creía que esto se iba a
mantener oculto en el tiempo. Por suerte este proyecto nacional tomó la
decisión de tener una ley de medios que desenmascara esas estructuras y
demuestran lo que realmente son. Fui el locutor que presenta el primer discurso
democrático popular de Alfonsín en el Cabildo, mirando abajo en la plaza a
columnas de las madres, los partidos políticos, los jóvenes de todas las
agrupaciones políticas porque realmente era una expectativa la que se había
abierto de la recuperación de la democracia por tanto dolor, desaparición y
tortura. También recuerdo un programa que hice en Mendoza en el año ‘80 que se
llamaba “Los habitantes de la noche” que salía desde las 12 de la noche hasta
las 4 de la madrugada. Fue el primer programa aún estando en medio de la
dictadura que buscaba desaparecidos, nos encontrábamos con las madres que
estaban buscando a sus hijos en Mendoza, ellas nos daban la información de cómo
eran sus hijos y nosotros lo difundíamos.
Se muestra
insistente con todo lo que tiene que ver con el bien común, diciendo que su
sueño es tener los medios audiovisuales públicos para que toda la ciudadanía en
Avellaneda se pueda expresar. Aunque, en el terreno de lo personal, tiene el
proyecto de hacer un libro para repasar sus mejores entrevistas y reportajes a
personajes entrañables como Rubén Juárez, Estela Raval, Sandro, Tita Merello,
entre otros.
Mario
Giorgi define a la radio como una luchadora en la historia argentina. A pesar
de todos los avances tecnológicos y de todas las batallas que tuvo que
enfrentar contra el cine, contra la televisión, hasta contra los celulares: “la
radio ha sobrevivido y genera muchas expectativas en torno a ella por su
continuidad cultural” y también cuenta que la radio tiene una gran utilidad por
su inmediatez. “Por ejemplo en la Patagonia, la radio sirve para decir que un
tipo le manda ovejas al otro porque no se corta nunca y llega a lugares donde
no llega la televisión”. Con respecto a la “presión” que se podría sentir al
trabajar en radios tan importantes y conocidas del país, Giorgi, confiado y
optimista, responde: “Cuanto más grande es el desafío me siento más cómodo”.
Giorgi se
muestra preocupado y afirma que hay que trabajar mucho para que no avance la
decepción que quieren marcar “los grandes pesimistas de siempre”. Opina que sus
sueños como militante peronista del ’70 se están haciendo realidad, aunque
acepta que “faltan un montón de cosas porque donde vos encontrás un país donde
todavía hay gente pobre con dificultades para comprar su comida de todos los
días y que todavía no tiene acceso a la educación, hay que trabajar muchísimo
pero haciéndolo sin esperar que venga un milagro”.
Con una
mirada futurista, Giorgi finalmente concluye: “hay que formar periodistas con objetividad. Me preocupa más el
periodismo que viene que en el que está en el presente, porque en este
periodismo que está en ebullición aparecen tipos que están ocupando roles que
jamás nos hubiéramos imaginado que cambiaron, o que quizás siempre fueron así y
pareciera que hubieran cambiado”.
lo escucho todas las mañanas y me encanta su espontaneidad, y la ironía de su inteligencia
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