lunes, 30 de junio de 2014

“Mi gran misión es transformar la realidad de la sociedad”


De cocinero deportista, Martiniano Molina ahora pasó a promover el cuidado de la ecología. Habla de sus inicios, cuenta anécdotas y hasta brinda opiniones políticas. También explica su cambio drástico y sus proyectos en la actualidad.


Por Santiago Pollini
 


 

 

En un día soleado, paralelo al Río de Quilmes, muy amablemente recibió la visita. En su casa, con unos mates y una rica torta que paradójicamente hizo su novia. Un ambiente ordenado y cálido, donde se observan datos curiosos, uno de ellos es que no hay televisión. Hay dos bicicletas, una proveniente de Europa, ya que es adecuada para su porte físico y otra más chica que es de su hija. Comenzó la charla casi de dos horas.  Es simpático, desenvuelto y con un pensamiento ideológico como pocos.

Desde su niñez hasta ahora, contó que todos sus logros fueron gracias a su esfuerzo y voluntad. Siempre con una sonrisa en su rostro, remarcó: “La cocina llegó por una búsqueda propia. Un día le pedí a mi viejo que me presente al gato (Dumas), y después vino la televisión, y los medios”.

Cuenta que su vocación hacia el arte culinario nace en la familia, desde chico, en el compartir. La define como una situación anímica y no como el plato gourmet. Aclara: “Ahí nace la vocación de poder difundir todo lo que tiene que ver con la alimentación, y toda su fuerza”. Luego no puede dejar de lado a su gran referente, además de sus padres, que fue el Gato Dumas, a quien lo califica como su gran maestro, un ser extraordinario, un tipo muy humilde y fabuloso.

Con el deporte pasó algo parecido. A los 20 años comenzó a practicar Handball en el club Alemán de Quilmes y luego jugó en la selección ya que su deseo era jugar en Europa. Se define como el primer auto convocado y cuenta: “No me había convocado nadie, fui a hablar con el técnico, y le dije que quería jugar en Europa y para eso tengo que jugar en la selección”.

Durante el dialogo, dejó bien en claro que su lema es la comunicación “Mi gran misión es comunicar lo que estamos haciendo para transformar la realidad de la sociedad que es tan dolorosa” sostiene. Al respecto dice que el camino es el conocimiento de las cosas y “es complejo el tema que estoy planteando, pero a mi entender es el camino”, asegura.

 

¿Te sorprendió haber llegado tan rápido a la televisión?

Yo creo que en la televisión podes ser conocido en un día. El tema es permanecer, de que manera y mostrando qué.

Yo hoy muestro cómo hacer tu huerta, cómo cocinar desde la misma, de qué manera no contaminar, cómo separar tu basura.

Cuando aparecí en la tele, fue por ser joven, por tener carisma, por ser alto, decían que fachero (que no hago caso a eso). Pero cumplía con ciertos rasgos, para estar ahí. Me llamaron de “movete” como invitado que conducía Barbieri, para cocinar con Carmen. Un día fui, se puso divertido el programa, y después me invitaron de nuevo y así quedé fijo.

Cuando sos un cocinero que promueve la huerta, la ecología, la política, la economía, deporte y el arte tenés un plus. Siento que evolucionamos para ese lado.

¿Qué me podes contar de tu proyecto, de la huerta y la ecología?

Mucho. El año pasado hicimos la feria de la sustentabilidad en Berazategui y este año volvemos a hacer,”Expo Sustenta” invitando a todos los actores de la sociedad que están trabajando, gobiernos nacionales provinciales, ONG, fundaciones, universidades empresas, sociedad de fomento, escuelas, charlas de agricultura orgánica.

Después, el tema del campo se llama “Tierra Buena” un club de campo ecológico donde promovemos vivir de esta manera, con casas construidas con materiales ecológicos, calefones solares, tratamiento cloacal del lugar, sistema a través de expensas, bancamos la producción orgánica de alimentos para la gente que vive ahí.  Trabajo cultural con la comunidad, cursos de huertas, granja y demás.

 ¿Qué opinas sobre las universidades del Bicentenario?

Todo lo que tenga que ver con la educación esta buenísimo que acontezca. Sabíamos que el 50 % que entra por cada año a la universidad, o rinde 1 materia o no rinde ninguna. Hay algo que no esta bien, debe cambiar nuestro sistema. Hay un millón de jóvenes en la Argentina, que ni estudian ni trabajan, y eso porque sigue habiendo muchísimos subsidios. Se tienen que acabar, que la gente sea responsable de su basura, de su gas, de su luz y de su alimento, es un proceso de cambios. La política es el arte más elevado que el hombre pueda llegar a realizar, pero la política que hacen muchos hombres está muy lejos de eso, y para eso tiene que empezar a decir la verdad, tienen que decir lo que está pasando.

Será muy idealista mi mirada, pero tiene que pasar, sino esto no va a cambiar.

Por eso celebro las personas que se involucran en la solidaridad.

¿Creés que los medios influyen mucho en la sociedad?

 Absolutamente, los medios se usan para todo. El poder está en la gente, entonces la gente se tiene que informar correctamente, con un pensamiento libre, independiente, que promueva la justicia. Ahí no te tenes que quedar con ningún medio, no escuches solo a uno, escucha a todos y después andá y miralo.

La base de este pensamiento es el conocimiento, el conocer en profundidad las cosas. Es complejo el tema que estoy planteando, pero a mi entender es el camino.

 

 

Recuadro:

 

En un momento de la entrevista, Martiniano Molina, describe al cuerpo humano y dice: “Si somos lo que comemos, deberíamos ser muy respetuosos con nosotros, porque nuestro gran templo debería ser nuestro cuerpo”.

Luego sobre lo mismo dice: “Todos debemos alimentarnos, sino no podemos actuar, ni pensar. Hoy lejos de haber una realidad aceptable, estamos atravesados por alimentos que están producidos de una manera cuestionada”.

De acuerdo a sus prioridades manifiesta: “yo las tengo en claro, estaría bueno que otros se preocupen por alimentar mejor a sus hijos, una educación mejor.”

Sobre el mundo, la tecnología y los cambios que pueden llegar a ocasionar, expresa:

“es una gran revolución, ahora pasa algo y en un minuto está diseminado en un minuto.

Siempre me baso en el hombre, es el que puede transformar, puede haber referentes, pero tenemos que trabajar todos”.

También reflexiona que hay que quitarle importancia a las cosas que no la deberían tener y para eso reflexionó: “necesitamos convicción, claridad en el pensamiento y libertad”.

 


 

 

En un día soleado, paralelo al Río de Quilmes, muy amablemente recibió la visita. En su casa, con unos mates y una rica torta que paradójicamente hizo su novia. Un ambiente ordenado y cálido, donde se observan datos curiosos, uno de ellos es que no hay televisión. Hay dos bicicletas, una proveniente de Europa, ya que es adecuada para su porte físico y otra más chica que es de su hija. Comenzó la charla casi de dos horas.  Es simpático, desenvuelto y con un pensamiento ideológico como pocos.

Desde su niñez hasta ahora, contó que todos sus logros fueron gracias a su esfuerzo y voluntad. Siempre con una sonrisa en su rostro, remarcó: “La cocina llegó por una búsqueda propia. Un día le pedí a mi viejo que me presente al gato (Dumas), y después vino la televisión, y los medios”.

Cuenta que su vocación hacia el arte culinario nace en la familia, desde chico, en el compartir. La define como una situación anímica y no como el plato gourmet. Aclara: “Ahí nace la vocación de poder difundir todo lo que tiene que ver con la alimentación, y toda su fuerza”. Luego no puede dejar de lado a su gran referente, además de sus padres, que fue el Gato Dumas, a quien lo califica como su gran maestro, un ser extraordinario, un tipo muy humilde y fabuloso.

Con el deporte pasó algo parecido. A los 20 años comenzó a practicar Handball en el club Alemán de Quilmes y luego jugó en la selección ya que su deseo era jugar en Europa. Se define como el primer auto convocado y cuenta: “No me había convocado nadie, fui a hablar con el técnico, y le dije que quería jugar en Europa y para eso tengo que jugar en la selección”.

Durante el dialogo, dejó bien en claro que su lema es la comunicación “Mi gran misión es comunicar lo que estamos haciendo para transformar la realidad de la sociedad que es tan dolorosa” sostiene. Al respecto dice que el camino es el conocimiento de las cosas y “es complejo el tema que estoy planteando, pero a mi entender es el camino”, asegura.

 

¿Te sorprendió haber llegado tan rápido a la televisión?

Yo creo que en la televisión podes ser conocido en un día. El tema es permanecer, de que manera y mostrando qué.

Yo hoy muestro cómo hacer tu huerta, cómo cocinar desde la misma, de qué manera no contaminar, cómo separar tu basura.

Cuando aparecí en la tele, fue por ser joven, por tener carisma, por ser alto, decían que fachero (que no hago caso a eso). Pero cumplía con ciertos rasgos, para estar ahí. Me llamaron de “movete” como invitado que conducía Barbieri, para cocinar con Carmen. Un día fui, se puso divertido el programa, y después me invitaron de nuevo y así quedé fijo.

Cuando sos un cocinero que promueve la huerta, la ecología, la política, la economía, deporte y el arte tenés un plus. Siento que evolucionamos para ese lado.

¿Qué me podes contar de tu proyecto, de la huerta y la ecología?

Mucho. El año pasado hicimos la feria de la sustentabilidad en Berazategui y este año volvemos a hacer,”Expo Sustenta” invitando a todos los actores de la sociedad que están trabajando, gobiernos nacionales provinciales, ONG, fundaciones, universidades empresas, sociedad de fomento, escuelas, charlas de agricultura orgánica.

Después, el tema del campo se llama “Tierra Buena” un club de campo ecológico donde promovemos vivir de esta manera, con casas construidas con materiales ecológicos, calefones solares, tratamiento cloacal del lugar, sistema a través de expensas, bancamos la producción orgánica de alimentos para la gente que vive ahí.  Trabajo cultural con la comunidad, cursos de huertas, granja y demás.

 ¿Qué opinas sobre las universidades del Bicentenario?

Todo lo que tenga que ver con la educación esta buenísimo que acontezca. Sabíamos que el 50 % que entra por cada año a la universidad, o rinde 1 materia o no rinde ninguna. Hay algo que no esta bien, debe cambiar nuestro sistema. Hay un millón de jóvenes en la Argentina, que ni estudian ni trabajan, y eso porque sigue habiendo muchísimos subsidios. Se tienen que acabar, que la gente sea responsable de su basura, de su gas, de su luz y de su alimento, es un proceso de cambios. La política es el arte más elevado que el hombre pueda llegar a realizar, pero la política que hacen muchos hombres está muy lejos de eso, y para eso tiene que empezar a decir la verdad, tienen que decir lo que está pasando.

Será muy idealista mi mirada, pero tiene que pasar, sino esto no va a cambiar.

Por eso celebro las personas que se involucran en la solidaridad.

¿Creés que los medios influyen mucho en la sociedad?

 Absolutamente, los medios se usan para todo. El poder está en la gente, entonces la gente se tiene que informar correctamente, con un pensamiento libre, independiente, que promueva la justicia. Ahí no te tenes que quedar con ningún medio, no escuches solo a uno, escucha a todos y después andá y miralo.

La base de este pensamiento es el conocimiento, el conocer en profundidad las cosas. Es complejo el tema que estoy planteando, pero a mi entender es el camino.

 

 

Recuadro:

 

En un momento de la entrevista, Martiniano Molina, describe al cuerpo humano y dice: “Si somos lo que comemos, deberíamos ser muy respetuosos con nosotros, porque nuestro gran templo debería ser nuestro cuerpo”.

Luego sobre lo mismo dice: “Todos debemos alimentarnos, sino no podemos actuar, ni pensar. Hoy lejos de haber una realidad aceptable, estamos atravesados por alimentos que están producidos de una manera cuestionada”.

De acuerdo a sus prioridades manifiesta: “yo las tengo en claro, estaría bueno que otros se preocupen por alimentar mejor a sus hijos, una educación mejor.”

Sobre el mundo, la tecnología y los cambios que pueden llegar a ocasionar, expresa:

“es una gran revolución, ahora pasa algo y en un minuto está diseminado en un minuto.

Siempre me baso en el hombre, es el que puede transformar, puede haber referentes, pero tenemos que trabajar todos”.

También reflexiona que hay que quitarle importancia a las cosas que no la deberían tener y para eso reflexionó: “necesitamos convicción, claridad en el pensamiento y libertad”.


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