lunes, 30 de junio de 2014

El hombre de la casa de botellas


Tiene 60 años, es oriundo de la Rivera de Quilmes y se encuentra en Youtube dentro de la categoría “las 10 casas más raras del mundo”. Se considera solitario, desordenado y asegura que se puede hacer una vivienda con cualquier cosa.
Por Milena Hidalgo



 
Tito Ingenieri, fanático de Jimi Hendrix y un apasionado de las mascaras, con una barba prominente y cabellera canosa tan libre como su espíritu, abre las puertas de su famosa casa de botellas. Humilde y de mirada profunda escondida detrás de sus lentes

redondos y dorados confiesa: “Yo no me considero un artista, yo soy un obrero del arte” haciendo referencia a que el artista expone su arte como dueño de la misma y él prefiere que la obra hable por sí sola.

Para Ruben Ingenieri su casa es “alternativa” y se encuentra sobre un terreno de 4 metros de altura. Es una construcción abstracta y asimétrica, pero el rasgo que la destaca del resto es otro. Las millones de botellas de vidrio con diferentes estilos y colores con las que está construida la misma la convierten en casa-museo a nivel Nacional y Provincial y ya fue visitada por miles de personas, entre los más destacados, el embajador de Canadá.

A los 15 años ya vivía solo y contaba con 18.000 botellas de vidrio para realizar la casa, pero todavía no encontraba el sitio donde ubicarla. Con esfuerzo y dedicación, 24 años más tarde logro cumplir su sueño, a pesar de la pobreza que atravesó durante prácticamente toda su vida.

En el año 2010 se realizo su película biográfica llamada “Tito, el navegante”, que refleja vida y obra del bohemio de jardinero azul desteñido por el tiempo, que jamás imagino la importancia que su casa iba a tener y en una interesante charla, responde algunas preguntas.

- ¿En qué momento de tu vida se te ocurrió crear una casa de botellas?

 -Lo que me impulso a todo esto, fue en un momento de mi vida que no tenia nada.                      La creación nace cuando no tenes nada. Sobre este terreno cayo un árbol que me partió la casita vieja que tenia y por eso se me ocurrió una casa de botellas.

-Además de las botellas, ¿Usaste otros elementos para su realización?

-Sí, además de las botellas también trabajo con hierro reciclado, que se llama “chatarra industrial”, son piezas de autos de dónde sacan los cilindros y yo utilizo el sobrante.

-¿La utilización de elementos reciclados tiene que ver con la concientización del cuidado del ambiente o solo para la elaboración de la vivienda?

 -La verdad es que no había pensado en eso. La utilización de elementos reciclados fue porque no tenía nada, después uno sigue la línea y se va informando de las grandes contaminaciones que hay y trata de reciclar cosas que tengan que ver con el cuidado ambiental.

-¿Imaginaste alguna vez la relevancia que la casa iba a tener?

-Nunca lo imaginé. En realidad, la casa hablo sola, tuvo suerte, pero si le hace  bien a la casa, esta bueno. Yo no quiero ser el artista que la creo, yo me considero un obrero del arte, que es otra cosa. La mayoría de los artistas que yo conozco y he ido a sus muestras, note que cuelgan o exponen la obra y en realidad se exponen ellos, la obra pasa a segundo plano. Yo no quiero ser eso, no quiero ser el artista, prefiero ser el habilidoso o el obrero del arte.


Para conocerlo mejor

Nombre completo: Rubén Adolfo “Tito” Ingenieri
Edad: 60 años
Fecha de nacimiento: 25-5-1954
Ocupación: Escultor y artesano autodidacta (dedicado a la herrería y el vidrio). Actualmente se encuentra como portero del colegio Republica de Japón, en Barrio Parque, Bernal.

Junto a Tito al finalizar la entrevista
 
Datos interesantes: En su juventud fue utilero de Gustavo Cerati y vivió en una casa del árbol. Además de su famosa casa de botellas, creo una bicicleta tallada en madera y una motocicleta con chatarra bautizada con el nombre de “Frankenstein”.


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