En una entrevista en la que no habla sobre el humor, Diego opina sobre su relación con la música, el peronismo y la importancia de las universidades. Con ustedes, un Diego Capusotto multifacético.
Por Bárbara Antico
11 de la mañana de un lunes. Hora y día pactados para una
entrevista telefónica al actor y guionista del programa de humor que logra
unir, a través de la pantalla, a un militante social con un chico bien. Suena
el teléfono, nadie atiende. Se escucha la voz de una niña grabada en el
contestador. Antes de cortar, un inesperado “HOLA”.
- Con poco tiempo.
“Diego” es Diego Capusotto.
Actor, humorista y
conductor que desborda de histrionismo y sensibilidad el cine, teatro y televisión.
Antes de contestar
hace pausas y saborea cada
palabra que pronuncia. En contraposición con la imagen que algunos pueden tener
del humorista, su voz es calma, seria, formal y altamente reflexiva. Revela que -tanto él, como Pedro Saborido el guionista y productor de la tira televisiva
“Peter Capusotto y sus videos”- desconocen los motivos que llevan a que el
programa sea visto por personas de todas las edades y hasta ideológicamente antagónicas. Dice que no lo
averiguan para que ese misterio siga fluyendo y sea interesante lo que hacen.
“Evidentemente algo de lo que nosotros hacemos atraviesa a mucha gente. Tal vez
el programa esté entre las cosas más preciadas que conmueven”, confiesa el
actor que, al recibir un halago por ser capaz de sostener en teatro un monólogo guionado durante 45 minutos, se
limita a decir que se trata de un trabajo de deseo, concentración y responsabilidad. Esa
responsabilidad y compromiso con lo que hace no le permite realizar televisión
y teatro a la vez. Considera que “hacer dos cosas interesantes puede ser
caminar y pensar. Pero no más de eso”.
A Diego le resulta difícil definir qué es ser un artista.
Se toma su tiempo y afirma: “aquel que finalmente intente cumplir un deseo
interno, es por lo menos alguien interesante”. Tampoco tiene muy en claro si se
nace artista o se puede ir formando mediante diferentes técnicas. Cree que
“hay algo que probablemente venga incorporado y explota en algún momento de la
vida, como también hay algunos que son artistas y no se dan cuenta”.
-Diego, ¿estudiaste
canto?
- No, canto de oído, intuitivamente. Lo musical en mí es
muy sensible. Me parece que la música es una de las expresiones más puras desde lo emocional. Escuchar música es una de
las cosas que justifican la vida:¨ Sin música, la vida sería un error¨, diría
Nietzsche.
-Siendo peronista
jamás militaste en una agrupación ¿Por qué?
-Soy una serie de cosas. Un libre pensador e inquieto, y
si sos inquieto, no podes ser una sola cosa. No digo ´soy peronista´ como si
fuera lo central en mi vida, y no tengo un compromiso de militancia tan
profundo porque le tengo cierta desconfianza a las estructuras políticas de
poder. A veces soy peronista por oposición. Por ejemplo, con respecto a Lilita
Carrió, soy peronista. Pero en otros casos, soy antiperonista ortodoxo y
también tengo algo de nihilista. Soy un conjunto de muchas cosas. No me
definiría como Kirchnerista, porque ser Kirchnerista para mí es como ser otro y
uno trata de ser uno.Rescato algunas políticas efectivizadas por el peronismo
porque acá si no hubiese estado el peronismo no pasaba nada. El peronismo ha
tenido tantas aristas como medios Clarín, que confluyen en una ensalada que
siempre me ha resultado interesante para decodificar.
Pasaron más de 20 minutos de las 11 de la mañana. La
falta de tiempo, manifestada al comienzo, se fue trasformando en una charla
cálida, amena y por demás interesante con un Diego comprometido y generoso en sus respuestas.
¿Conocés la Universidad Nacional de Avellaneda?
-No. Yo de Universidades sé muy poco. No fui a ninguna Universidad, salvo las veces que me invitaron a dar una charla.
Esta Universidad abrió sus puertas hace dos años y el 80% de sus alumnos somos primeros estudiantes universitarios en nuestras familias ¿Qué opinas de esto?
-Me parece que está bien. Si hay un lugar donde hay sensibilidad para lo social y sobre todo para los más postergados, esa es una normativa, algo que tiene que suceder y que hay que apuntalar. Me resulta más interesante esto que todo el devaneo intelectual sobre la política Así que me parece que está bien porque un país se recupera del todo cuando se hace hincapié en los sectores más postergados.
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